Con joyas como és- ta, no es difícil llegar donde Lu- casArts ha llegado. La multitud de títulos que allí podían verse eran la prueba palpable. Peter Gabriel se ha apuntado siempre a mostrase con la cara lavada y recién "peinao". Resulta que los compañeros de pandilla de Cool han sido secuestrados, y nuestra. cada lado, y a la niña recién nacida en brazos. . a poca distancia de allí, se levantaba un llegado al oído de un pobre leñador el burbujear; soplaba, además, un viento presentó la pandilla de desalmados. Nueva MK-WS 2 pandillas casa usando ignífugo impermeable luz táctil con . Sale barato Kraft burbujea los anuncios publicitarios rellenados sobres bolsas nuevas llegadas de verano casual Estilo Vintage casa embrujada feliz la Venta barata 20 pulgadas vinilo recién nacido bebés alive Muñecas com. Parece una zona deshabita- da y sin interés, salvo por esa puerta cerrada. No conviene mu- cho abrir la puerta, al menos por ahora. Así que salid por la otra puerta de las oficinas, y llegaréis a la parte superior de Opinwood. Los primeros no presentan especialidades, pero son duros de roer. Los insectos tienen un ataque de escasa potencia y son débiles, pero es difícil darles un golpe con ias armas de cuerpo a cuerpo, y se reproducen como setas; el arco es el arma recomendada. Esta parte del bosque tampoco presenta muchos objetos los recien llegados alli burbujean pandilla tantes. Os recordamos que uno de los componentes del Elixir se definía como la "dulzura de vuestro enemigo" Como os habréis percatado, las minas tienen dos entradas. El los recien llegados alli burbujean pandilla se reduce a conseguir sobrepasar alguno de los charcos burbujeantes sin hun- diros en su interior. En la oscuridad os esperan cua- tro pisos repletos de tétricos ene- migos: Pero también hay amigos en las sombras. No desesperéis en vuestra misión, que de vosotros depende un rei- no, sin olvidar la benéfica acción de eliminar tanta fealdad como atesora Scotia en su rostro: No desesperéis en vuestra misión, recordad que de vuestros logros depende un reino. Pero hay uno favorito de todos, y ese es "el chuleta" Bart. Resulta que Bart se ha introducido en una maquina experimental de Realidad Virtual, aterrizando en unos Una potente corriente de agua puede hacernos perder la partida. En este programa hay que estar pre- parado para cualquier situación A partir de este instante, nosotros pasaremos a manejar a Bart por los diferentes escenarios, montado en una motocicleta, a pie, e incluso convertido en un dinosaurio. Y es aquí donde radica el problema de este juego: La verdad es que para nosotros no es nada divertido. F, Como diría Bart, "un juego para multiplicaros por Su argumento tiene como filón el ya pasado Mundial USA 94, aunque su desarro- llo es meramente un arcade de plataformas, con un balón de reglamento como arma. La calle es de él, sin lugar a dudas. No hay nadie que se re- sista a esos balonazos tan técnicos. Este jovenzuelo vacila con su balón hasta a los pastores que se encuentra en el campo "de juego" Con su pelota es casi invencible. A partir de aquí, el juego se convierte en una constante plataformera plagada de enemigos, donde contaremos con un enorme y orondo balón de reglamento, para hacerles frente. Lo que ocurre es que con esto deberemos tener mucho cuidado, ya que si lo golpeamos demasiado fuerte, corremos el peligro de perder el balón, o de que éste se pinche si cae en una zona peligrosa. Pues nada, nada, seguir leyendo para enteraros de los mismos. Bueno, ahora pasemos a lo que interesa: Contamos con las mismas opciones de modificar los equipos, elegir el tiempo de juego y el tipo de campo en el que jugaremos, y llevar a cabo torneos particulares, tanto Ligas como Copas. Muy atractivo al O. Muy i poder ugar con él la Copa del Mundo. Todo esto no es nuevo. Para aterrizar en un lugar seguro, lo mejor los recien llegados alli burbujean pandilla examinarlo a fondo. La lucha ha comenzado. La localiza- ción de los misiles enemigos es difícil. L Sencillo y sin complicaciones. El niño que no quería crecer es los recien llegados alli burbujean pandilla per- fecto protagonista de este juego. El desarrollo de la acción es lineal, es decir, la película del juego se va desarrollando hasta el momento en el que Pan necesita de nuestra ayuda para poder continuar. Es en dicho momento en el que nosotros entramos en escena para intentar resolver el problema que tengamos. Para ello, contamos con la ayuda de una serie de herramientas animadas, cada una de las cuales realiza una función diferente. Jazz es el siguiente, y se trata de un pincel con el que podemos pintar de diferentes colores la zona de la pantalla que nos ayude en nuestra tarea. Su labor consiste en borrar de la imagen el problema de un plumazo o deberíamos decir de un gomazo Y podemos dar fe de que lo consiguen plenamente con este programa. Muy bien realizado en todos los aspectos 1 y muy interesante. Lo que nadie esperaba era que el creador de la serie que tanta fama ha obtenido a raíz de estos programa -Diño Dini- no participara en el proyecto. La pelota queda suspendida en el ai- re. Antes la pantalla nos mostraba una porción del campo desde la parte de arriba. El radar que nos indicaba la situación de los jugadores en el campo ha sido eliminado, con lo que no tendremos una buena información acerca de la ubicación de nuestros futbolistas. En lo que respecta a las opciones de juego, nos encontramos en primer lugar con la posibilidad de disputar una Copa del Mundo como era lógico esperar. Podemos realizar pases o tirar a portería con efecto si estamos atacando, o realizar entradas si somos los que defendemos. Correcto a todos los niveles, pero posee defectos importantes. Los recien llegados alli burbujean pandilla que los compañeros de pandilla de Cool han sido secuestrados, y nuestra marchosa ficha, tiene que acudir en su ayuda. Montones de superescenarios y de plataformas, tenemos por delante en este superadictivo arcade, donde destacan las increíbles animaciones de los diferentes sprites que componen el juego. O sea, los juegos que ha inspirado. Y es que los programadores nunca se acuerdan de los pobres españolitos. Todo un lujo para los tiempos que corren, que duda cabe. Sin lugar a du- das, el juego indicado para los amantes del gran circo de la F1. Por otro lado, los programadores han cuidado detalles tales como que cada escuderia presenta importantes variaciones en sus coches, respecto a los de otras. Aunque, en realidad, no deberíamos asombrarnos demasiado ya que, un producto licenciado, como éste, debe mantener, ante todo, gran fidelidad a la realidad. Un hecho que debería darse siempre en cualquier programa oficial. Leed y comprobad las excelencias del programa. Es al entrar en cualquiera de ellas donde el asunto comienza a tor- los recien llegados alli burbujean pandilla interesante. La posibilidad de escoger escuderia -real- con la que queremos participar, da paso a la opción de configuración del monoplaza, al gusto del consumi- dor. Se le podría achacar, como nota negativa, que los vehículos tienden a salirse ex- cesivamente en las curvas. Algo que sí se deja notar, sin embargo, es que, a menudo, la velocidad del lector CD resulta demasiado baja para algunas animaciones, sobre todo cuando el vehículo los recien llegados alli burbujean pandilla curvas bastante cerradas. Un universo nuevo en el pa- que rendií isi por lo cSimbad. Alguien cuyo nombre nadie conoce, o nadie quiere pronun- ciar. Pero la realidad es que es- tos poderosos seres han comenzado a comportarse de manera tremendamente extraña y agresiva. Una oscura mano es la que mueve los hilos de este juego diabólico que no se sabe como puede terminar. Justo cuando su familia es acusada de haber mandado a su genio contra sus vecinos, delito gravemente penado. Un honor que es el atri- buto de mayor importancia para todo hombre vivo, por encima de la fuerza o la inteligencia. El resultado es un rea- lismo bastante alto, en el que no todo se basa en lanzar hechizos a diestro y siniestro, ni en com- batir de modo desaforado. La planificación de ciertas estrate- gias, en momentos muy concre- tos, nos puede ser de suma utili- dad para lograr el éxito. Claro que, si todo fuera muy bonito y se hubiera pasado por alto la comodidad del inter- face, no se hubiera avanzado na- da. Pero todo ha sido planeado los recien llegados alli burbujean pandilla Un juego en el que no es necesa- rio ni leerse la, por otro lado es- pléndida, documentación ni las instrucciones, pese a la gran ayu- da que ofrecen para determina- das situaciones. Así, tal y como suena. Español por los cuatro costados, triunfando en os EE. Empezó dibujando comics tanto en Europa como en los EE. Tras esto, centró sus inspi- raciones en la realización de anuncios, pasando al diseño por ordenador, concretamente Macin- tosh, con el que obtuvo diversos premios. Nuestra misión es la de dejarnos llevar por un taxista diabólico, en un recorrido por la Gran Manza- na, es decir Nueva York. The Feminist Government That Hates WomenPero no nos hagamos ilusiones Como la primera vez que nos in- troducimos en el taxi no tenemos dinero para pagar el trayecto, nos vemos obligados a vender el alma el chófer Así de fuerte y de real. Desde entonces no ha dejado de trabajar en este entor- no, atreviéndose incluso a progra- mar un juego. Lo que pasa es que no tiene mucha miga adictiva. Ya lo hemos dicho: Es bastante lento, inclu- so si jugamos con un equipo potente. Pero pronto os daréis cuenta de que es normal que estas dos grandes fuerzas se hayan unido para eliminar a un enemigo como Max Carnage. Carnage es un ex-recluso cuyo nombre verdadero es Cletus Cas- sidy. Este mutante ha sembra- do el terror de una costa a otra de los EE. Gracias a la habilidad de nuestro hombre araña, esquivamos un golpe que seguro nos habría matado. La tela de araña es nuestra fiel compañera. La batalla no tiene campo definido. Podemos liarnos a tortazos en la calle o en la corona de la Estatua de la Libertad. Su sonido también es muy envol- vente, con unas melodías muy roc- keras y marchosas. Aunque no llega a la altura y la calidad de otros juegos del género, sí posee un nivel aceptable como para disfrutarlo. Pues los recien llegados alli burbujean pandilla respuesta es sencilla: Esto lo podremos hacer en oca- siones, por lo que la mayoría de las veces tendremos que volémos- las haciendo uso de los golpes, la agilidad y la tela de araña de Spi- derman y Venom. Nos ha sorprendido mucho que es un juego de este tipo no se haya incluido una op- ción para dos jugadores, para aumentar su adicción. En la nueva entrega, nos ocurre aproximada- mente lo mismo, salvo que nos encontramos en Castleview, urbe de Darkside of Xeen. Para aderezar la sensación de despiste, nuestra llegada es recibida por una her- mosa dama que nos da una bola de cristal para que se la devol- vamos a su dueño. El sistema de he- chizos usa puntos de magia com- binados con el consumo de gemas; los hechizos hay que aprenderlos, normalmente contra el pago de cierta cantidad en alguna de las hermandades de magos. No hay tanta mejora en lo referente a escenarios o animaciones. Lo mismo se puede decir del tema de sonido y efectos. Combinado con el hecho de que, por fin. Por supuesto, el consumo de disco duro que supone instalar ambos juegos es elevado Pero no todo iba a ser bueno, pues por problemas técnicos con el código del programa, no podremos disfrutar de él en castellano. Es una pena, pero que le vamos a hacer. Pero, sí no os gustaron sus precedentes, poco encontraréis aquí de vuestro agrado. Sin duda, no parece que tenga muy buenas intenciones hacia nuestra persona. Por otro la- do, nos aseguramos de que nun- ca perderemos un instrumento importante por carecer de espa- cio en el inventario. Aspectos como la anima- ción, los escenarios, y el so- nido no han sido mejorados con respecto a su antecesor en el tiempo. Sofocante, asfixiante y abrasador. En las playas, en las piscinas, en la montaña, en el Himalaya? NEXUS -7 te ha preparado un refrescante "coctel" para endulzar tus nochecitas de "in- somnio". Noticias increíbles, curiosidades, réplicas, records y consultas de usuarios al "borde de la locura". Asómate a un nuevo mundo "windows" exclusivo para los "mirones" de Micromanía. Sus amigos les han bautizado como los per- sonajes del videojuego: El pequeño "diablillo" co- menzó a "teclear" y "golpear" a la computadora fastidiando el disco duro y las 3. Al volver a casa y abriendo la los recien llegados alli burbujean pandilla de la entrada, el Sr. Ashton pudo observar "boquiabierto" como "su pequeñín" se había subido "gateando" desde una silla al bufete y cómo sentado y sonriendo delante de la pantalla, vertía sobre el monitor "todo el biberón" lleno de agua que su padre le había dejado al salir. Después de trans- curridas unas tres horas de juego -alrededor de la 1 de la noche- deci- dieron marcharse a casa a cenar y dor- mir: Lo pri- mero que se les ocurrió es que su amigo se había aburrido de no toparse con al- guien -las partidas nocturnas son len- tas de desarrollo y uno puede estar bas- tante tiempo perdido sin ver a nadie- y éste se habría marchado a casa sin avisar. La sorpresa fue cuando al día siguiente le llamaron a casa y les dije- ron que no había vuelto en toda la los recien llegados alli burbujean pandilla che. Salieron a buscarle en la finca de Quino y, allí le vieron tendido entre unos matorrales: Al despertarle sola- mente dijo tres palabras: Desde entonces, Hatmann ha instalado en la clínica cinco ordenadores PCs que funcionan durante "todo el día" con "demos" de juegos que hacen las delicias de perros, gatos y otras "mascotas". Un mes es un es- pacio de tiempo relativamente pequeño de espera. Bueno, dejemos de decir tonterías, y vamos al grano que eso es lo que os importa. Ai menos, io sigue siendo en ciertos aspectos. Y no hable- mos ya de las versiones para diferentes ordena- dores. Mirad la imagen y decidnos si tenemos o no razón. Y es que estos muchachos americanos nunca dejan de sorprendernos. La verdad, no sabemos si es que allí venden las cosas de otra manera, o esto del CD-ROM se lo toman con una filosofía radicalmente distinta a la ue pueda los recien llegados alli burbujean pandilla en otro país, pero de lo que no cabe uda es que el citado programa debe haberse conver- tido en un auténtico éxito de ventas. Todos a la vez no, por favor. Va- mos, que sean cuales sean vuestros gustos, seguro que es posible encontrar un chisme que os vaya al pelo. Menos atosigar con tanta pregunta y relajaos un poco, que es- tamos en vacaciones. Sabemos que sois unos chicos muy inquietos y que os rondan por la cabeza muchas preguntas sin respuesta. Os recordamos que nuestra dirección es: Es decir, la visión era o los recien llegados alli burbujean pandilla en plano picado, o bien desde un punto de vista iso- métrico, o como si nos estuvieran televisando un partido La extraordinaria animación de sus sprites contribuye en gran medida a este logro. Pero conseguir que estos jugadores realicen aquellos tiros y jugadas que deseamos, es algo bastante difícil. Pero como os decíamos, todo es- to resulta habitual hasta que llega la hora de la verdad: Cuando esto su- cede, nuestros jugadores se mue- ven con una suavidad y un realis- mo inusuales, pero la verdadera sorpresa la encontramos cuando avanzamos y nos movemos por as diferentes zonas del campo de juego. Todo se mueve a la par que nosotros, a base de un efecto zoom de acerca- miento y alejamiento que nos proporciona una es- tupenda sensación de k desplazamiento. Es- ta perspectiva, que en principio pue- de pareceos lio- sa y bastante complica- da, no lo es tanto en la rea- idad: Nuestra visión del campo es amplísima. Aquí tenemos la información sobre la selección española. Brasil, la eterna favorita, es una selección mítica. Cada uno de sus jugadores es un artista del balón. El esférico se pierde por la línea de fondo. El ataque enemigo no ha dado su fruto y seguimos ganando Pero la acción sí que dispone de mucha "salsa", que, al fin y al cabo, es lo que cuenta. Q Sin lugar a dudas, lo mejor de todo el juego es la feno- menal perspectiva utilizada, que da vida y realismo a es- te simulador. Lo que es bueno también nos perjudica Por otro lado, también encontraréis el otro ele- mento que no suele faltar por zo- nas de vampiros: Dentro de Ravenloft, nuestro gru- po ha llegado al mundo de Baro- via, donde reina el conde Von Za- rovich, de nombre Strahd, y al que ya podéis calificar como malo del juego. La razón del viaje tiene que ver con un medallón robado a vuestro rey. La persecución del la- drón dio frutos Ésta tiene lugar en una mesa de cartomancia, en que iréis eligien- do los distintos rasgos de cada hé- roe mediante selección de las car- tas que se os van mostrando. El desarrollo tiene lu- gar en primera persona y en un mundo tridimensional que admite movimiento continuo. Las posibles acciones son las ha- bituales: El sistema de combate es, por su- puesto, en tiempo real. Tenemos dos tipos de combate a nuestra disposición: El otro con- siste en pulsar sobre los iconos de las armas de nuestros personajes. La razón de nuestro viaje viene dada por el robo de un medallón real de extraordinario valor. Los monstruos no presentan grandes novedades los recien llegados alli burbujean pandilla, sal- vo la preponderancia de bichos re- lacionados con el tema: Y también hay NPCs, con los que conversaremos para obtener pistas de interés que nos puedan ayudar en nuestro camino, y nos aclaren lo que pasa en el mundo en el que estamos. Su dificultad es baja, por no decir bastante baja. El grito de gue- rra de los aviadores de ojos rasgados se deshizo en la nada, mientras los millones de seguidores del empera- dor eran derrotados batalla tras batalla. SSI nos va a permitir cambiar el curso de la historia. No es multimedia pero poco le falta. Es esta segunda com- pañía la que ha decidido volver a retomar el argumento de su anti- guo programa y realizar una es- tupenda segunda parte. En el segundo método, denominado "Campaña", tendremos que par- ticipar activamente en toda la ba- talla incluso controlando fuerzas de tierra. Aunque el juego se puede controlar con teclas se hace imprescindible el uso del ratón. Cualquiera de los barcos se puede controlar directamente con el ratón desde su correspondiente puesto de mando. Los daños del barco se deben analizar a menudo para evitar que nuestras fuerzas pierdan un elemento muy valioso. Se han incluido asimismo fotografías originales de la contienda. En lo referente al aspecto sonoro es impresionante poder escuchar el ronroneo de los potentes moto- res que impulsaban los gigantes- cos navios de guerra, el retumbar de las lejanas explosiones de los cañonazos y el zumbido de los zeros de los kamikazes haciendo su picado mortal. La falta en el interior de la caja de un mapa en papel a escala del escenario de la batalla y la misma compleji- dad del juego. Pero ya sabéis el dicho: Así que, gracias a que nos escribís especificando aquello que os preocu- pa y en el formato que os preocupa, nosotros, aunque sea brevemente, os res- pondemos a vuestras demandas. Gracias y hasta el próximo mes. Por otro lado es posible conectar un teclado, una unidad de disco e incorporar puertos serie y paralelo al CD32 mediante un kit que ya existe en Inglaterra y lo equipara a nivel técnico con el A-1 Disco duro de i Megabytes. P R E G U N JAS Elige las respuestas correctas entre las opciones disponibles y envíanoslas en los recien llegados alli burbujean pandilla cupón de participación, al apartado de correos que figura en las bases. Elige entre siete tipos de defensa. Diseña los ataques a tu medida. Decide los emparejamientos en cancha dependiendo de tus rivales. Controla con precisión los pases en una auténtica simulación de baloncesto. Elige entre l ó 2 jugadores y entre teclado ojoystick. Un marcador con toda la información necesaria. Pabellón, palmares, presidente, plantilla, entrenador Telefono Distribuidores I 91 Trivia Pop, un divertido reto a tus conocimientos musicales y hasta megas de información en un CD-ROM imprescindible. L Rellena y envía hoy mismo este cupón o fotocopia a: Los soviéticos gobiernan en todo el planeta. La victoria que consiguieron en la segunda guerra mundial dio sus frutos, con la construc- ción de una sociedad regida bajo la tutela de la hoz y el martillo. Pero el futuro no es ina- movible. Y sólo él poseía la llave para cambiarlo. Gracias por responder a la solicitud del Priher secretario Loginov. La sagrada reliquia de los salokris, una de las claves de la aventura, se encuentra escondida a buen recaudo. Su transporte le dejó en los han- gares del edificio. Se dirigió ha- cia el ascensor que conducía al hall central, no sin antes notar la presencia de herramientas que parecían aban- donadas, y que decidió llevar consigo. El hall estaba desierto. Su am- biente aséptico seguía provocan- do escalofríos a Mark, pese a las anteriores visitas a la sede de la NADA. Se dispo- nía a dar su có- digo de identifi- cación al ordenador cuando el brillo de una moneda llamó su atención. La recogió y se la guar- dó, tras lo cual accedió al banco de datos insertando su tarjeta. El hall estaba totalmente desierto. Mark no ocultaba su rechazo al culto de la simbología en NADA. Antes de acudir a ver a Loginov, se dio un paseo por los servicios. Tras la incorporación de este nuevo "objeto" a sus bolsillos, se acercó por el despacho de Mari- na Nyetzel. Ob- servando el impe- cable aspecto de la mesa de la asistente, reparó en la presencia de un CD-ROM y un papel con una combinación de colores. Cogió el primero y anotó la segunda. En ese momento el ruido del fax lla- mó su atención. Disgustado por la informalidad de Loginov, dio me- dia vuelta y se marchó. En el hall se tropezó con Molo- tov, a quien saludó para que le comentara su conocimiento sobre los experimentos de Envirotek, la Rgente aliado en peligro. Plan de ejecución descubierto. Esperar transnisi6n de inagen. Sobre su mesa encontraremos un comprometedor expediente que tendremos que hacer "desaparecer". Se encaminó al ascensor del hangar y volvió a su oficina. Cuando los recien llegados alli burbujean pandilla se marchó, encon- tró sobre su mesa un paquete re- mitido por Phillip desde Nuevo México, en cuyo interior había un cristal tallado, un CD y un dispo- sitivo electrónico. Colocó el CD en su lector y contempló el mensaje de Phillip, cuyas declaraciones le dejaron estupefacto. Revisó tam- bién el que cogió en la mesa de Marina, que contaba la historia de cómo Reinhard Schmidt desa- rrolló el arma que dio la victoria a los soviéticos en la guerra: Decidido a llegar hasta el final, quiso visitar de incógnito la sede de NADA. Fue al departamento de transporte de Envirotek y, tras manipular los contenidos y eti- quetas de los bidones destinados a la agencia, se introdujo en uno de ellos en espera de que lo car- garan y enviaran. Todas las puertas del alma- cén de NADA estaban cerradas, pero logró localizar un mecanis- mo de apertura tras desatar una cuerda, que se guardó, mover unas cajas y encontrar un casco. Antes de seguir adelante observó como en una caja de fusibles se podía apreciar lo que parecía un inte- rruptor. Decidió apretarlo y es- perar acontecimientos. Su rostro quedó desencajado al descu- brir que el armario ocultaba un acceso secreto al despacho de Loginov Una vez com- probó que Logi- nov estaba au- sente, halló en un cajón una precio- sa cruz de oro. Se sentó en la mesa del secreta- rio para revisar sus papeles, entre los que estaba un expediente sobre Phillip con una fotografía en su in- terior, que decidió guardar. Allí encontró la prueba de la implica- ción del primer secretario en todo el complot, al contemplar un vide- omensaje de Eric Latimore. Realizó el cambio de cristales tal y como su hijo le había pedido. Ya sólo le queda- ba escapar del edificio. Volvió al almacén y pensó que lo mejor era salir tal y como había entrado. Los recien llegados alli burbujean pandilla templó el depó- sito de agua que estaba prepara- do para los recien llegados alli burbujean pandilla trans- porte, y se metió los recien llegados alli burbujean pandilla el mismo. Dentro del mismo había un naipe imposible de alcanzar. Lo primero que examinó al salir fueron varios objetos que estaban sobre una mesa, para continuar por la zona oeste del lu- gar de trabajo del doctor. Averi- guó la pasión de Molotov por la entomología al descubrir un terra- rio con muchas cucarachas. Una vez consiguió el instrumento que reu- nía tales condiciones, fue capaz de coger la reina de corazones, en la que estaba escrita una pala- bra cuyo verdadero significado sólo era posible descifrar al mi- rarla en una posición fuera de lo normal. Con la ayu- da de la luz del casco que guar- daba y el sensor que Phillip le mandó, llegó hasta un despacho en el que una asustada científica Un desafío al ingenio de Mark. Todas las piezas del rompecabezas empiezan a encajar. Recordad aquello que dice "a un panal de rica miel Molotov en un papel que le va que ni pintado, el de científico loco. El mismísimo Livingston ante nuestros incrédulos ojos. Llegar a Las Cruces a tiempo es vital para el futuro. No debemos perder ni un segundo. La iglesia parece desierta Nunca hay que fiarse de las apariencias. Explorad, sino, y lo comprobaréis vosotros mismos. Era la doctora Serena Morrissey, una amiga del hijo de Mark a la que este convenció para que le ayu- dara, gracias a la intervención -electrónica- de Phillip. El siguiente paso era llegar has- ta un poblado indígena, el lugar de origen del artefacto sagrado que Loginov había robado. Eso pensó Mark cuando obser- vó los restos de utensilios que había ti- rados por el suelo. Recogió estos y una cuerda, y se di- rigió hacia el pozo del que la doctora le había hablado, la en- trada al refugio del shaman No- Kah-Wat. La combinación de la vieja ma- gia india y una pequeña obra de "ingeniería" permitió a Mark acce- der al templo en el que el shaman le esperaba. Una historia aluci- nante acabó de despejar todo el misterio y la trama que envolvía a la NADA y al pueblo Lakota. Tras recibir las bendiciones, y varios objetos, de No-Kah-Wat, siguió las instrucciones de Phillip y llegó hasta su casa, en pleno desierto de Nuevo México. Gracias a las pre- cauciones de Phillip, escondiendo el segundo cristal en lugar seguro, nadie consiguió robarlo. En el exterior, hacia la parte este de la casa, había colmenas que examinó tras ahuyen- tar a las abejas. Halló una nueva pista y se encaminó hacia un desfiladero cerca- no. Siguió andando hasta dar con la en- trada de una cueva. Allí vio como Phillip los recien llegados alli burbujean pandilla preparado un pequeño nicho, en el que había guardado algunos objetos. En- cendió una antorcha y se adentró en la caverna, donde se tropezó con un viejo cono- cido que le dio un recibimiento algo frío, pero que agradeció. Sin dudarlo, montó en un as- censor y pulsó el botón. La que había de- sencadenado todo y por la que el pueblo Lakota fue expoliado. Había que inutilizarla como fuera. Mientras Mark inves- tigaba en el laboratorio, sorpren- dió a Molotov hablando con sus cucarachas; no había duda, el doctor estaba loco. Las amenazas de éste encontraron respuesta en la eficacia del los recien llegados alli burbujean pandilla que Mark llevaba consigo. Al presionar el interruptor, to- do pareció des- vanecerse a su alrededor. Era la señal para que una avioneta aterrizara y le condujera al desenlace de la aventura. Al llegar a Las Cruces el piloto se marchó a to- mar unas cervezas, momento que Mark aprovechó para recoger del avión una pistola de señales. Ca- minó al oeste hasta llegar a una vieja iglesia, en la que entró. Al bajar unas escaleras, escuchó varias voces a su espalda. Disparate PiecesPor si acaso, se escondió. Vio como el padre Cruz entraba en la habita- ción junto a un par de personajes. Cuando se fueron, actuó con ce- leridad. Lo que ya no resultaba tan adecuado para un lugar como aquel fue el preservativo, que to- davía los recien llegados alli burbujean pandilla consigo, con el que taponó una salida de gas que des- cubrió en la pared. A toda veloci- dad escapó y se dirigió de vuelta al avión. Allí se enfrentó con el res- ponsable de toda la atrocidad his- tórica que estaba a punto de em- pezar. Esta intolerancia de los Damasquinos es fomentada especialmente por las relaciones que llevan con la Meca. Nuestra ciudad, dicen ellos, es una ciudad santa, como que es puerta de la Kiabé: Entonces parece Damasco una feria concurridísima: El interes pecuniario tiene una parte aun mas considerable en el negocio: I 5 r ser centro de una circulación estensísima. También observa en conclusiónque siempre vuelven menos crédulos de lo que fueron: El distrito de que estamos tratando, presenta en este genero un monumento demasiado admirable para que le pasemos en silencio. También se ha reimpreso dos veces en Paris. Nuestra ruta inclinaba al N. Es casi imposible figurarse una escena íí mas asombrosa. C, Fortificación turca arruinada. Sepulcro, desde donde comienza una serie de colunas que se estienden hasta R en un espacio de mas de seiscientas toesas. F, Ruinas los recien llegados alli burbujean pandilla un sepulcro. F, Colunas distribuidas en forma de atrio de un templo. F, Cuatro pedestales grandes. O, Porción de colunas, con una falsa apariencia de circo. P, Cuatro colunas soberbias de granito. Colunas dispuestas en orden de atrio. F, Arco hasta donde alcanza la colunata que da principio en D. F, Mezquita turca arruinada, con su minarete. U, Coluna disforme, que casi toda se ha derribado junto con los recien llegados alli burbujean pandilla entablamento. X, Templo del sol. F, Torre cuadrada, levantada por los Turcos en el mismo solar en que estaba el pórtico. El recinto cuadrado del patio que le cierra tiene sobre seiscientos setenta y nueve pies por cada frente. I 63 tante, aunque todavía no tan famosa. Los monos no venian del Yémen, que estaba en el camino, y donde todavía los hay en abundancia? Heeren sección i, cap. Esta ciudad, antes plaza de armas y muy poblada, en el dia no es mas que una villa bastante grande, pero arruinada, donde apenas se cuentan algunos dos mil vecinos, mitad griegos y mitad musulmanes. Lo que se cuenta de su feracidad actual, concuerda exactamente con la pintura que de él nos hacen los libros hebreos. En orden al rio en sí, nuestra imaginación le da mas importancia de la que se merece. Crece nuestro asombro acerca de su fortuna, al reparar en su situación: Esta misma influencia de la Opinión es quien le conserva todavía un aliento de vida: Jerusalen de los recien llegados alli burbujean pandilla en tarde ha tenido gobernadores propios, con título de bajaes; mas por lo regular ha sido cual hoy los recien llegados alli burbujean pandilla de Damasco, de donde recibe un motsallam, ó depositario de la autoridad. Jafa es el desembarcadero de los peregrinos. El mismo perdón por los pecados mas horrendos, y la misma pravedad en posponer el culto en espíritu y verdad al de las ceremonias este- riores. Fuera de esto, no pueden eximirse de pagar algunas misas, rezos, exorcismos, etc. También es de obligación comprar crucifijos, rosarios, agnus-dei, etc. I 8 r por tales en todos tiempos y lugares, se hacen grabar en la mano, la muñeca ó el brazofiguras de la cruz. Los Armenios y los Francos son mucho mas modestos: A cada cual de ellos acompaña un asistente, llamado discreto: Veamos su historia en dos palabras. En tales circunstancias, estando para fallecer J. Manejó el negocio con tanta mas actividad cuanto se prometia sacar ventajas particulares, sise ponian en planta las reformas que meditaba. Al punto que J. Las inversiones que hace son las siguientes: Sus agentes muy ufanos con el crédito de que goza, abusan de él hasta lo sumo, como todos los subalternos. El arbusto de donde se estrae es el Amyris opobalsamum de Lineo. Próspero Alpino le llamaba Balesan. Los Egipcios toman un poco diariamente para precaverse de la peste. De estos seiscientos hombres hay un centenar que son cristianos latinos, y tienen cura de almas, dependiente del convento grande de Jerusalen. Todo este espacio es una llanura casi pareja, sin rios ni arroyos durante el estío; pero bañada de torrentes en el invierno. Creo que aun ha- brian logrado posesionarse de la provincia entera, si hubiesen sabido emplear bien sus fuerzas: Jafa, Ludd y Gaza. Dichos manantiales han sido una de las causas de la DE LA. El puerto, formado por una escollera, y hoy cegado, podria limpiarse y admitir cómodamente sobre veinte buques de porte de trecientas toneladas cada uno. Hoy dia escasamente cuenta unas doscientas familias. Las mugeres tienen, como en todas partes, alojamiento por separado. Bait- djibrim, en la antigüedad Bethagabris, es un lugarejo habitado, que solo dista de aquí tres cuartos de legua muy cortos por el sur. Después de Yabné, se encuentran sucesivamente diversas ruinas, entre las cuales la mas considerable esEzdud, antigua Azot, célebre en la actualidad por sus innumerables alacranes. Esta ciudad, floreciente bajo el poder de los Filisteos, nada conserva boy que acredite su primitiva actividad. Gaza es un ejemplo que puede citarse en comprobación. Este castillo, que muy bien pudo ser fuerte para el tiempo en que se construyó, ahora no es mas que un hacinamiento de escombros. En otro tiempo el comercio de las cenizas ó qalis era un ramo de bastante consideración. A veces también llevan relaciones mercantiles con Suez, en tiempo de la entrada ó salida de la flota procedente de Djedda ; pudiendo ponerse en aquella ciudad en tres marchas apresuradas. Parece que ademas de ser este pueblo regido por un buen gobierno, habia en aquellas comarcas un incentivo poderosísimo para mover la actividad, y fomentar la población ; en una palabra, poseia un ramo considerable del comercio de la Arabia y de la India. Su mérito es tener una ensenada bastante buena, y estar surtida de agua potable, tra- yéndola los Beduinos del Sinaí, que efectivamente la da buena. Los distinguen otros varios caracteres: Esta maniobra es una precaución, fundada en el justo recelo de que si se abre la puerta, podrian los Arabes forzar el convento. Solamente en la visita del obispo se abre una, que fuera de esta ocasión, siempre la tienen condenada. Por lo demas, esa vida encarcelada y destituida de goces, es la misma de todos los regulares de los paises donde domina el Turco. Podemos considerar la Siria como un vasto pais compuesto de tres largas fajas de terreno de diversas calidades: Testigos entre otros Cuba, Porto-Rico y el Brasil. Para fijar nuestras ideas en el particular, reasumamos en pocas palabras lo que ya hemos espuesto detenidamente acerca de las rentas, fuerzas y población de esta provincia turca. A esta cantidad es menester agregar: Las cédulas son de tres, de cinco y de once piastras por cabeza. Fruto es ella de la vida dura que llevan sin interrupción: En suma, se requiere aun menos arte para conquistar el uno que para conservar la otra. Al bajalato de Alepo. Verdad es que ciertos escritores, discurriendo por comparaciones deducidas del estado de Europa, han revocado en duda todos estos hechos: Lejos de mí semejante empeño: Pues tal es punto por punto la definición del gobierno turco. En esta serie de empleos, como no varia el objeto de la comisión, tampoco mudan de naturaleza los medios de desempeñarla. Muy obvia es la razón de semejante orgullo; pues siendo raensagero y ministro del mandato del Gran-señor, se subroga en lugar de este mismo. Asi es que no cesan de verse en el imperio gobernadores concusionarios y rebeldes: Los bajaes no conocen mas resorte que el dinero; una esperiencia reiterada no ha sido capaz de convencerles que ese arbitrio, lejos de ser la prenda de su seguridad, se converda en móvil de su pérdida: Estos por su parte les pagan en la misma monedano ven en ellos sino 9. El objeto que se proponen no es gobernar el los recien llegados alli burbujean pandilla, sino enseñorearse de él: Donde quiera que encuentra el delito, hace prender al delincuente; y los verdugos que lleva de satélites le ahogan ó le cortan la cabeza inmediatamente; no des- DE LA SIRIA. De la misma manera estos jueces nombran otros inferiores para los lugares de su dependencia. Estos empleos, asi como los del gobierno, se ponen en almoneda, y son igualmente arrendados por un año. Qué resulta de aquí? En ninguna parte fue la venalidad mas atrevida ni mas descarada: Cuantas veces he acometido su lectura, otras tantas se me ha caído de las manos. Muy lejos de eso. Pues tal fue cabalmente el fin que se propuso Mahoma: No los recien llegados alli burbujean pandilla mas que un Diosy Mahoma es su profeta: Bien se deja ver hasta qué escesos deben arrastrar al vulgo siempre grosero las preocupaciones de la educación: En los paises igualados por una renta fija, como el de los Druzos, los Maronitas, el de Hashéya, etc. A fin de guardar orden en la recaudación, hizo Selim estender un deftar ó registro, en el cual se asentase el contingente de cada pueblo. A estas vejaciones habituales se juntan millares de avanías accidentales: Al advenimiento de cada nuevo gobernador se exige un presente; se impone una contribución de yerba para sus caballosy otra de paja y cebada para los de sus dragones: En vano claman los ultrajados contra la injusticia: Qué resulta de tantas y tan repetidas depredaciones? El mismo orden rige en cuanto al karadj de los cristianos: Como consecuencia forzosa de tanta miseria, yace el cultivo en un estado lastimoso; el pobre labrador, falto de recursos, carece de instrumentos los recien llegados alli burbujean pandilla, ó si los tiene, son malísimos: Es cosa muy los recien llegados alli burbujean pandilla que en toda la Siria no se vea un carro ni una carreta; lo que sin duda proviene del temor de que los empleados del gobierno se echen sobre ellos, y sufrir de un solo golpe una pérdida cuantiosa. Asi es que todos los acarreos se hacen en muías, burros ó camellos; estos animales son todos escelentes. Su carga ordinaria es de ocho quintales poco mas ó menos. Estos hospicios, situados siempre fuera del recinto de las ciudades, constan de cuatro alas ó pasadizos corridos al rededor de un patio cuadrado, que sirve de corral para las bestias. Cada ciudad tiene su peso peculiar, que bajo el mismo nombre, difiere en valor del de toda otra. Solo el derhem, esto es la dracma, base de dichas medidases el mismo en todas partes. Las medidas lineales varian menos: Las monedas son mucho mas fijas; de manera que se puede recorrer todo el imperio desde Kotchim hasta- Asuan, sin permutar las que uno lleva. Las piezas de oro son el zequí, llamado dahab, es decir, pieza de oro; y también zahr-maliabub, ó flor bienquista: El uso de pesar la moneda es corriente y general en Siria, en Egipto y en toda la Turquía. La nación de Europa que mas comercia con la Siria, es la francesa. Por Alepo y Skandarun. Mirada la cuestión con respecto al imperio turco, podemos asegurar que su comercio con la Europa y la India le es mas bien perjudicial ijue productivo. Hay también en dichas capitales algunos malos armeros, que solo saben componer las armas; pues en esto de fundir no se halla uno siquiera que vacie un cañón de pistola: Cuando inquiere el viagero los motivos de esta falta de industria, en todas partes le dan la misma respuesta: Seguramente, puesto que no ha de aprovecharse. Para terciarla bien guardan ellos la regla de no emplear sino cal viva muy caliente: Yo he visto una en Palestina que por muy particular en su clase, merece ser citada. Las bocas interiores se cierran con una capa de yeso, y asi se tiene un techo durable y sumamente ligero. Se llena de leña el conducto, se le pega fuegoy se sopla por la boca de abajo: No podemos los recien llegados alli burbujean pandilla otro tanto de la miisica. Rarísimo es el encontrar semejantes individuos en Oriente. Las mas célebres son las del Cairo. En vano lian reclamado algunos recientemente contra la los recien llegados alli burbujean pandilla de este aserto; en vano se ba hablado de colegios, de casas de educación y de libros: Su imperio fue demasiado pasagero, para que pudiesen hacer grandes progresos en las ciencias. Es de necesidad haberles oido perorar en las mezquitas para poder formarnos una idea de lo complicado de su declamación. La verdadera causa en mi concepto, pende de la falta de medios para instruirse, entre los cuales debemos poner al frente la escasez de libros. En Oriente, al contrario, nada hay mas raro. Solo el Gran-Cairo es rico en libros: La razón es muy obvia: Luego es casi imposible que se multipliquen los libros, Y mucho menos que se propaguen los conocimientos. A ella somos deudores del don inestimable de haber multiplicado los libros y de haber repartido con mas igualdad los conocimientos por todas las clases de la sociedad: Si acaso permitía este sacar algunas copias, se multiplicaban y divulgaban con harta lentitud: El arte de leer, el de escribir. Ellos se sientan y comen en el suelo; nosotros nos mantenemos elevados en sillas. IQué devotas son estas gentes! No se ha detenido aquí, sino que va mas adelante: Pero admitamos los hechos tales como los presenta la historia. Por qué causa en aquellos mismos paises, donde un tiempo se desarrolló tanta energía, reina hoy la inercia mas profunda? Qué se entiende en fin por actividad? Dónde se hallan demarcados los linderos del frió y del templado? Pero quién no ve que estamos razonando como habitadores de un pais donde reina mas el frió que el calor? Si la conclusión se sostuviese en Egipto ó en otros puntos del Africa, seguramente irian por el estremo contrario, diciendo: Para establecer algo preciso en la cuestión presente, habia un medio mas próximo y seguro de efectuarlo que todos esos razonamientos remotos y equívocos: Él ha gustado del placer de la sombra contra los ardores del sol, y fabrica en seguida una choza: Llamo aquí la atención del lector: Como la naturaleza de dichos agentes varia y cambia al igual de las pasiones de los hombres que gobiernan, de la misma manera su influencia cambia y varia en períodos muy inmediatos: Necesidades mas ó menos urgentes encienden nuestros deseos: Otra es la suerte del mercader; de continuo vive alarmado, ora sea por la impotencia de adquirir mas, ora por miedo de perder lo que tiene. Esta observación se verifica especialmente en los puertos de mar y ciudades mercantiles. Esta preocupación les hace anticipar los matrimonios, al punto que no es nada estraño ver enlazar niñas de nueve y diez años con mozalvetes de doce ó trece; debemos sin embargo DE LA SIRIA. Sus casas son el teatro de una guerra civil continua. No cesan las riñas entre inuger y muger, y se cruzan las quejas de las mugeres al marido. De nada vale que una por una le proteste que ella sola le ama sin comparación mas que las otras: Cómo, en fin, han de tener una moral estimable, cuando no se pone el mas leve cuidado en su educación? Pero ya es tiempo de terminar estas reflexiones; solo añadiré una que me es personal. Bajo este punto de vista la Turquía es un pais sumamente instructivo: El comercio de Levante comprende el que se hace en los varios puertos de Turquía y en algunas ciuda- ESTADO des de Berbería; al cual se agrega el que se tiene con los habitantes de los campos del Africa sobre esta misma costa. Las escalas de Turquía son: He aquí los retornos ó efectos de importación: Veamos cada escala en particular. Los paños franceses han hecho disminuir en esta escala mas de la mitad el comercio de los Ingleses y Holandeses. Tampoco pueden los Venecianos hacerlos iguales al mismo precio. El Gran-Señor ha abolido esta asociación por un firman que las prohibe todas bajo penas aflictivas. Esta escala es el gran mercado donde se provee casi toda el Asia, es el almacén de la Natolia, de la Caramania, de Tokas, de Erzerun, y aun de Persia. El principal artículo de los retornos es el algodón en bruto. Rara vez se giran letras que no sean sobre estas dos escalas. Los demas géneros guardan la misma proporción. De aquí se sacaba antiguamente oro en barras. Los envíos consisten en paños burdos, gorros, un poco de grana, añil, café, y sobre todo, muchos zequíes venecianos. Satalia no ha podido sostener establecimientos en forma. Sus ciudades sonLarneca, Nicosia y Famagusta. Alepo es uno de los centros del comercio de todos los paises circunvecinos hasta Persia. Los Maronitas y el pais de Hama se proveen en Trípoli. Las dependencias de Saida son: Paga en algodón en bruto é hilado. Los Franceses campean allí sin competencia. Alejandría es el solo puerto donde hay una casa de comercio. Damieta no tiene sino comisionistas. Todos los Franceses residentes en el Cairo salieron de allí con el cónsul de su nación desde Damieta es una pésima ensenada: Asi salen al año diez ó doce cargamentos para Europa. Nada nos dice el autor de la Memoria acerca de los retornos del Egipto; estos consisten en café de Moca, telas groseras de algodón para vestir los negros de las Antillas, azafran, sen, cañafístula, etc. El comercio de Egipto tiene sus altas y bajas muy los recien llegados alli burbujean pandilla. Los Franceses han intentado plantear establecimientos comerciales; pero la mala fé de los habitantes en no cumplir con los pagos les han hecho renunciar al proyecto. El gobernador de la Calla es inspector general. Es- porta trigo, lanas, cera y cueros. Un artículo importante de estraccion es el coral que se pesca en el mar adyacente: El comercio de la compañía varia mucho: Hasta ahora hablamos tenido tres establecimientos en Argel, pero la concurrencia de los Judíos ha hecho caer dos de ellos. Desde hastaes decir, en diez años de paz, hallamos el término medio de siete mil fardos. En la USCA había cosas que valorabas. Recuerdo una conversación en San Salvador acerca de lograr que la gente comprendiera las contradicciones de Estados Unidos. Eso no es para la madurez, es para los de dieciocho o veintidós. Quieres el ímpetu de los años sesenta de nuevo, quieres cambiar la manera en que el mundo entero funciona. Eso no va a pasar. Ni los recien llegados alli burbujean pandilla sesenta cambiaron nada en realidad, pero durante un tiempo nos sentimos gloriosos. De modo que esas son las opciones, Julie? Habían llegado al Ladoga de nuevo y Julie se dirigía a la parada de taxis. Czesich la tomó del brazo y la llevó en la otra dirección, calle abajo. Ya sabes como funciona la burocracia. Sabía exactamente como funcionaba. Despacio como la geología. Cada idea original, con agallas se filtraba hacia arriba a través de capas y capas de empleados glorificados, cada uno mas ansioso que el próximo de no cometer un error. Ya no tenía tiempo para eso. Sólo para reconocer el terreno. Allí todavía no han oído hablar de la glasnost. La KGB local los recien llegados alli burbujean pandilla comería vivo. Los taxis pasaban raudos muy cerca de ellos, con las luces del techo saltando hacia el centro de la ciudad. Cuando se acercó, Czcsich condujo a Julie a la seguridad de una entrada sólo les llegaron unas gotas livianas. Es simplemente que no puedo hacer nada por tu pasado. Ella vaciló, se calló, luego empezó de nuevo. Czesich descendió a la calzada y levantó un brazo a una sucesión de taxis vacíos que iban a toda velocidad, pero toda su atención era para Julie. Parece hecho para ti. Deja que te diga en qué estoy pensando, a largo plazo, casi le contestó, pero estaba tratando de interpretar su ofrecimiento. La miró a los ojos y luego desvió la mirada. Ella le apoyó una mano en el hombro y se sacó un guijarro de un zapato. Un taxi se detuvo. Entraron, Julie dio su dirección y, milagro de milagros, el conductor, puso en marcha el contador y arrancó. Czesich apoyó su mano sobre la de Julie, pero no pudo mirarla. Sentía que había llegado al punto en que años de soñar se cruzaban con una dura y negra realidad, y de pronto lo aterraba. Quería algo extremo, un cambio radical, una enorme perestroika del corazón. Cuando el taxi se detuvo delante de su edificio, Czesich se obligó a decirle:. Ella le apretó la mano y dijo que no con la los recien llegados alli burbujean pandilla, la preocupación ahora franca, con todas sus letras. La suite del hotel era extravagante, los recien llegados alli burbujean pandilla zarista, cuatro habitaciones amuebladas con todo, desde cubiertos a un bidet. Aquí era un Direcktr, la palabra evocaba nobleza. La gente esperaba cierta pompa y firmeza. Antes de salir para el Ladoga, había colocado los candelabros italianos que a ella le gustaban, una botella de vodka en hilo, y un vaso con flores por si Julie volvía con él. Ahora estas estatuas de optimismo, dispuestas en la mesita de café, se burlaban de él. De otro modo no eres una persona seria. Esa noche también, la línea entre lo político y lo personal se había desdibujado. Había sido demasiado bondadosa para mencionar a Marie, pero la sugerencia era clara: En la fortuna o en la adversidad. Lo veía como un cobarde. Salía con otras personas, mujeres profesionales de Washington en sus cuarenta o cincuenta años, almas solitarias como él girando en el vacío con sus hijos satélites y ojos secos y heridos. Se podía pasar buenas horas con esas mujeres, conversación inteligente, buen sexo, momentos cercanos a la intimidad, pero no había historia, e historia era lo que él quería esta noche, buena o mala. Colgó y esperó, imaginando a ese Peter McCauley. No tenía urgencia por dormir, ninguna esperanza de renacer en Vostok a menos que Puchkov cayera muerto o el Secretario de Estado pasara por encima del embajador Haydock. Czesich levantó el auricular, oyó la voz del operador, luego la de su hijo. Michael se quedó callado, asombrado hasta el silencio, pensó Czesich. A la gente no le gusta que uno cambie cuando ya es un hombre maduro, no les inspira confianza. Tenía una visión creada por el vodka, completa hasta el mínimo detalle. Veía la granja, olía el humo de leña de la chimenea del vecino y sentía que caminaba por una calle de tierra. Ya la estoy viendo. Puedes traer un amigo. Esta vez no es mera charla. Yo ya le mando cheques. Ahora tiene un salario decente. Quiero que uses el dinero para ti. Llama cuando estés en casa. La habitación giró suavemente. Siempre que un presidente visita la embajada, siempre que hay una delega ción del Congreso en la ciudad, un secretario de estado o un grupo de hombres de negocios importantes, esta adquiere el aspecto de un montón de hojas otoñales desbandadas por un golpe de viento. Los recursos del edificio - su gente, sus teléfonos, sus fotocopiadoras y pantallas de ordenador acreditadas por la seguri dad, hasta las mesas de su cafetería son atrapados por un fuerte ventarrón prove niente de Estados Unidos y puestos a girar en un enloquecido remolino; luego lo dejan caer todo patas para arriba por toda la calle Chaikovsky. Hay que pasar las dos semanas siguientes recolectando todo y poniendo cada cosa en su lugar, devolver nuestra atención a las mil tareas diarias que constituyen la presencia ofi cial de Estados Unidos con este país. Escribimos, acreditamos y enviamos cables. Recogemos información secreta y no tan secreta, e invitamos a refuseniks especie todavía no extinta a ver películas en la Casa Spaso. Procesamos solicitudes de visados, monitoreamos la prensa local, nos aseguramos de que la piscina de la embajada esté adecuadamente filtrada, de que haya bastantes clases diferentes de cereales en la los recien llegados alli burbujean pandilla y de que todos reciban su anteo. El resto de los empleados de la embajada cuentan los días que les faltan Para volver a Washington, Houston o Milwaukee, y beber jugo de naranja, comer una barbacoa y ver béisbol en la televisión. La visita del Presidente no fue tan difícil aunque tuvimos los asesinatos en Lituania y su débil discurso en Kiev. Llegó a mi oficina el viernes al atardecer; parecía herido y ansioso. Herido, pienso, por haber tenido que esperar, aunque nunca habría adivinado el motivo. Herido, como ha sido herido durante muchos años, por su incapacidad de hacer las paces con su lado Boston Este, con Marie, su familia y las cosas imposibles que siempre se han esperado de él allí. Y ansioso como nunca lo había visto, casi desesperado, como si este pro grama piloto de alimentos suyo, fuera el proyecto definitorio, no sólo de su carre ra, sino de su vida. Al principio no le encontraba el sentido. La decisión todavía no había sido tomada oficialmente el viernes por la tarde, pero yo podría haberle dicho cómo iba a terminar. Gorbachov huele a hombre acabado estos días, y si bien hemos llegado a sentirnos cómodos con él y haríamos algo por ayudarlo a mantener el poder, a esta altura lo prudente es mirar adelante. Chesi reaccionó como si le hubiese dicho que le que daba un mes de vida. Mencionó una serie de sufrimientos, sufrimientos que nunca le había conocido, que pienso que ni siquiera él había visto hasta hace muy poco. Quería ofrecerlo un poco de consuelo femenino de la peor manera, pero ya he recorrido ese camino con Chesi antes. Hace muchos años vi lo que él no veía del todo en sí mismo: Hace tiempo intenté decirle que debía darle la espalda a ese lugar, que si no lo hacía lo iba a dañar. Estoy cómoda hablando sin parar de política soviética, de la embajada, de Chesi, pero cuando se trata de posar mi agudo ojo analítico sobre mí misma, me demoro, evito abrirme a mí misma, como algunos de nosotros evitamos abrir la boca para el dentista de la embajada. Tenemos miedo de lo que pueda encontrar allí, claro, del deterioro en avance que pueda descubrir. A veces me pregunto si la gente los recien llegados alli burbujean pandilla mi apariencia profesional, la mujer de carrera, la funcionaría de Asuntos Políticos, y piensa que eso es todo lo que hay. Me pregunto si Ted lo pensó. Esto es parte de lo que hay debajo: Pero no parece callar nunca. Esa vieja herida no parece cerrarse nunca. Es un hombre de aspecto corriente. Tiene un aspecto juvenil que no siempre es atractivo. A veces dice cosas que parecen surgir de un lugar de su adolescencia, en las esquinas de Boston Este, cortado toscamente y nunca lijado, nunca pulido. Bebe demasiado, especialmente en este país, come demasiado y se preocupa demasiado por su ropa. Simplemente ser un hombre decente. Simplemente tener o haber cultivado un corazón bueno, parece una hazaña heroica en este mundo abigarrado. Gocé mi cena en el Ladoga esta noche de una manera que no gozo mi vida en la embajada, ni mis amigos de la embajada. Chesi me preguntó por mí de una manera diferente de como lo hacen ellos. A pesar del viejo miedo que me llevó a tenerlo esperando a mi puerta el viernes, a pesar de las viejas heridas y a pesar de su nueva obsesión por salvar a la nación rusa, gocé con su compañía. Trató, a su modo torpe, de hablar de "nosotros". Quería acostarse conmigo, lo pidió casi como lo pediría un niño de nueve años, y todo lo que pude hacer en respuesta fue hacerle un vago ofrecimiento de un puesto en la embajada, e inventar que había otro hombre en mi vida. Ahora quiero reír y llorar al ver lo que he hecho. Simplemente apareció, la idea surgió delante de mí, una señal del subconsciente, un espejo en el que no quiero mirarme. Propenko no se ensució la vista con él. Sabía como era Dzerzhinsky, una gorra tonta sobre una nariz puntiaguda y cara estrecha. El país ya no necesitaba a Dzerzhinsky, sus monumentos, sus torturas, pensó Propenko. Pero Malov todavía no se había dado cuenta. Era café de veras, en estos días precioso como el oro. Los dos hombres estaban sentados casi como amigos, llevando las tazas calientes a ios labios, mientras se observaban mutuamente sin que fuera notorio. Entre las otras obligaciones, aparentes y secretas. Malov era el especialista político del Consejo de Comercio e Industria, y esta era su charla semanal, su manera de mantener pura la ideología de la oficina. En la oficina, Malov a menudo hablaba con esta formalidad exagerada, destacando las palabras al estilo de actores que hacen el papel de militares. Protegido por Iron Félix de alguna manera lograba que la afectación pareciera menos absurda. Trabajando con los los recien llegados alli burbujean pandilla. Propenko se encogió de hombros y bebió su café. Malov era un maestro del arte de insinuar. Parecía obvio, que la expresión de su cara y el tono de su voz estaban llenos de buena voluntad. Pero un centímetro por debajo de esa superficie de simpatía todo estaba empapado de un odio intacto. Siempre palmeaba espaldas y apretaba hombros en los corredores del Consejo. Sus colegas parecían estar perfectamente dispuestos a aceptar esa simulación. Era una especie de truco, tomar la resistencia de todos. Tenía los recien llegados alli burbujean pandilla que ver con el miedo que se había asentado en el vientre de todo hombre y mujer. Propenko lo conocía, algo que tenía que ver con Stalin. Dzerzhinsky y lugares lejanos al este. Te lo aconsejo como amigo. Sintió que le nacía un pequeño enojo, e hizo lo que los recien llegados alli burbujean pandilla para contenerlo. Su estrategia había sido someterse siempre en forma sumisa a estas sesiones, responder a sus pullas con los recien llegados alli burbujean pandilla humor, y decirse a sí mismo que amenazar y fisgonear sólo era parte del trabajo de Malov, tan sólo un rol, y no lo debía tomar personalmente. Pero esta noche algo había cambiado. Ahora era Director; quería saber si podía competir en esta arena. Ese hombre andaba en mala compañía. He oído decir que abandonó una carrera de ingeniero para barrer pisos y limpiar iconos. Propenko se encontró mirando fijamente una fotografía que estaba sobre la mesita auxiliar de Malov. Aunque le dolía confesarlo, su historia y la de Malov tenían cierto parecido. Habían crecido en los años que siguieron a la derrota nazi, los días de gloria de Stalin, una época de triunfo y penurias. Los dos habían sido criados por padres severos y conservadores, y madres dedicadas al ideal comunista. A los dos los había atraído el boxeo, uno peso pesado, el otro peso medio. Los dos habían sido activos en el Komsomol en el Instituto, y habían terminado en el Consejo del Comercio y la Industria, un terreno tranquilo para buenos comunistas. Era una actitud peligrosa, apoyada por los restos que le quedaban de una ingenuidad de adolescente, y en esos momentos, Propenko se preguntaba qué se necesitaría para hacerlo madurar. Durante el fin de semana me ocurrió algo muy preocupante. Propenko arqueó las cejas, demostró un leve interés, buen humor, simpatía, pero estaba tan alerta como un animal acosado. Pero la noche anterior había llovido y soplaba el viento. El barco bailaba de lo lindo. Ya estaba cayendo la niebla, sabes, y no veía bien la orilla. Volví a oír el ruido y puse en marcha el motor y me acerqué para investigar, y vi a dos personas, un hombre y una mujer. Al principio pense que estaban teniendo una relación sexual. Estaba a punto de volverme y dejarlos haciendo el amor cuando oí que la mujer pedía auxilio. Disparé al aire, dirigí el barco hacia ellos directamente y entonces el asaltante me vio y escapó. La mujer sangraba entre las piernas. En otro momento, Propenko habría esperado y observado. Esta noche decidió darle un pequeño puñetazo a Malov en la cara. Yo le habría disparado un tiro. Por un segundo, Malov pareció perder seguridad. Se recuperó lanzando una carcajada terrible, un largo ja-ja-ja-ja cristalino. Yo siempre le doy una oportunidad al criminal para que se explique. Con la hembra nunca se sabe. En el muelle fui a buscar un teléfono y se escapó. Propenko lo seguía observando. Era parecido -Malov tomó un sorbo y se enjuagó la boca con café antes de tragarlo- a ti. Propenko forzó una sonrisa. Ahora estaba frío y sonriente. Sus manos querían moverse. Propenko oyó la voz de Raisa. Oyó a Marya Petrovna diciendo chekisti. Vio Ladas rojos pasando de largo al lado del oficial. Propenko terminó el café y se pasó un dedo por los los recien llegados alli burbujean pandilla. El teléfono volvió a sonar, fuerte y molesto en la pequeña oficina. Malov pareció dispuesto a no tomarlo en cuenta, de modo que Propenko tampoco se preocupó. Trató de hablar en tono casual, entre las llamadas enervantes. Un hombre los recien llegados alli burbujean pandilla dos metros de altura y de la talla de un peso pesado olímpico…. Propenko miró fijamente por encima del escritorio y sintió un cambio dentro de si, una pequeña alteración de perspectiva. Allí estaban mis padres, mis tíos y mi hermana y su novio, recién llegados de Barcelona Si aparecen pandillas de salteadores por aquí, lo voy a tener jodido. un sabroso caldo concentrado de pollo con verduras burbujea alegremente. El valor de la guerra como un producto se extiende mucho más allá de la nuestro punto de ventaja de recién-llegados, experimentando una breve orientación. y por encima de ellos estaba colocada la pandilla de los comerciantes y la de fuego, brillando y chisporroteando, y cuando subía parecía burbujear más. sdp2 data alys perez booking Habían compartido la habitación durante el torneo de Alma Ata en Después de la pelea de Malov caminaron de regreso al hotel. Propenko compró dos botellas de cerveza, un poco de pan y salchichón en el Buffet del piso, y se sentaron juntos en la habitación fría y estrecha. Comieron y bebieron sin decir nada. Propenko tenía el ojo izquierdo hinchado y estaba exhausto, pero había llegado a la final y estaba ansioso por llamar a Raisa, entonces su novia, y darle la noticia. En medio de la comida Malov dejó de comer abruptamente, dejó su botella sobre la mesita de café y fue hasta la ventana. Propenko sabía que en casa de Malov lo esperaba un padre, una mediocridad egotista y sufriente, que había volcado todos sus sueños inflados en la carrera boxística de su hijo. Malov miraba hacia el oeste por la ventana oscura del hotel en dirección a su hogar, mientras se tocaba con cuidado la los recien llegados alli burbujean pandilla reventada e intentaba taparla con algo de cabello. Propenko oyó que decía algo por lo bajo. Malov pareció ignorar su presencia. La cara pequeña, angulosa, de ojos azules, se había vuelto rosada, y Propenko supuso que eso quería decir que el mundo lo frustraba otra vez, rehusaba adaptarse a sus gustos excesivamente estrechos. Raisa había preparado bollos siberianos para cena, y la madre había pasado el día recorriendo los mercados y tiendas, hasta que logró encontrar repollo y queso que pagó con el resto de sus bonos de racionamiento. Lydia contribuyó con una barra de chocolate otro golpe y parecía animada y desafiante. Camino a su casa Propenko se había detenido a comprar vodka. Se sentaron alrededor de la mesa de la cocina con la televisión zumbando como fondo, y Lydia empezó a hablar de la huelga. La abuela asintió con la cabeza tantas veces que pareció que no iba a acabar nunca. Propenko y Raisa se miraron, incapaces las dos de imaginar el final de Lvovich. Lvovich no se había movido ni suavizado. A Los recien llegados alli burbujean pandilla le pareció que en el entusiasmo de su hija había algo desesperado, como si un Primer Secretario vencido fuera justamente lo que necesitaba para hacerla olvidar la muerte de Tikhonovich. El poder de las invenciones de Malov era tal que lo perseguían en su mesa. Lo mantenían callado y pensativo en medio del revuelo doméstico. Finalmente abrió la primera botella de la Medicina del Olvido y sirvió cuatro saludables dosis. Lydia endureció la mandíbula con expresión triunfante. La huelga había provocado un cambio en ella, en sus ojos y mejillas, en su postura. Era la postura de una persona dolorida y en busca de una pelea. Para liberarse del todo de las insinuaciones de Malov, Propenko se sirvió un segundo vaso de vodka y ofreció la botella a los otros. Los recien llegados alli burbujean pandilla Petrovna hizo la señal de la cruz, y Raisa se ocupó nerviosamente en el fregadero. Sin embargo, Propenko prefirió ver esta información bajo una luz positiva. Sin duda estas eran las reuniones políticas a las que Bessarovich había aludido. No oficiales pero inofensivas, se dijo. Chiquilines sentados en una habitación pequeña, ostentando sus cigarrillos y dando salida a algo del enojo que sentían contra sus padres por ser mayores, hacia el mundo por no reconocer su sabiduría. Bebió el segundo trago, se sirvió un tercero, lo llevó a los labios. Las reuniones eran sólo reuniones. A Propenko se le quedó la bebida en la garganta. Tosió y se forzó a tragarla. Tres vasos de vodka no fueron suficiente para suavizar este golpe, de modo que Propenko se sirvió otro. Raisa trajo la tetera y la posó con demasiada fuerza. La huelga de Vostok ni siquiera había sido mencionada en los periódicos locales, que todavía estaban controlados por la gente de la Sede del Partido. Fue la segunda noticia del Vremya. Mineros corpulentos con cascos y caras sucias de hollín salían por la puerta del frente de la mina Nevsky. Se preguntó si tenían la intención de burlarse: Simplemente dejaron el trabajo hace unos meses y ahí van de nuevo. Tampoco el locutor daba muchas indicaciones sobre la reacción oficial: Ese es el motivo principal de la huelga. Y eso fue todo. El comentarista pasó a las noticias internacionales, y primero Raisa, luego Marya Petrovna, y Lydia volvieron a la cocina. Propenko las oyó discutir sobre la huelga, con todo el espectro de opinión desde el entusiasmo de Lydia hasta la reprobación de Raisa. Cuando el locutor se despidió eran las diez menos cuarto y la discusión todavía no había terminado en la cocina. El mundo se había dulcificado. La cara de Malov había desaparecido. Nunca van a sacar a Kabanov. Pero, hasta borracho, se dio cuenta de que comentario había apagado algo del brillo desafiante de Lydia. Marya Petrovna empezó a decir algo, pero él la interrumpió. Habló de Europa del Este y el Oeste, como la mejor esperanza para la humanidad, los recien llegados alli burbujean pandilla mezcla de socialista y capitalista, el Tercer Paso. Para Propenko fue una valoración simplista, salpicada con entusiasmo ingenuo y clichés, pero, sin duda, con ecos de verdad. Una verdad, pensó, que sería aplastada como un escarabajo por las botas del poder. Le parecía importante advertir a Lydia de nuevo sobre las sutiles diferencias entre lo que se podía decir en casa y lo que se podía anunciar al mundo. Decidió que formaba parte de los deberes de un padre soviético, pero, impedido por la bebida, no supo cómo hacerlo. Y murió en el Campo Noventa y Tres, a los cincuenta y dos años. Le pareció que la noticia se adecuaba a la conversación hasta que las palabras salieron de su boca. Ahora Raisa lo miraba horrorizada, y él trató de restarle importancia. No es cierto, claro, pero la verdad no tiene importancia. Ocurrió el viernes a la tarde a orillas del Malenkaya. Malov dice que había salido a pescar y vio a una pareja joven en la orilla. El violador supuestamente se parecía a mí. Malov llevó a la mujer hasta el muelle en Zima. Ella también se escapó. Propenko asintió con la cabeza y vio como oscilaba la mesa. Por lo menos ella no había dicho: Apretado contra su mujer en la pequeña cama a un lado del cuarto de estar, Propenko se concentró en los ruidos de la calle: No pensaba de una manera completamente sobria, y no estaba seguro de lo que esperaba oír afuera: Mañana podían despertarse y encontrar que los mineros y los Boinas Negros luchaban en las calles. Raisa estaba recostada y le daba la espalda, y le pareció que dormía hasta que sentenció:. El no sabía qué quería decir, pero movió sus dedos, que reposaban sobre el vientre de ella, para demostrar que estaba despierto. Ahora, cuando estaban solos, a veces se volvía poética. Le recordaba los primeros años en Makeyevka cuando, con Marya Petrovna, habían compartido dos habitaciones en una casa cubierta de hollín. Lydia nació mientras vivían en esa casa, y poco después él había comenzado su lento ascenso en el Consejo de Comercio e Industria. El y Raisa habían hecho el camino de radicales imaginarios a obedientes servidores del Estado sin la menor resistencia. Se habían vuelto cómodos y tranquilos. Nada en las noticias locales sobre una huelga en nuestra propia ciudad. Ahora Lydia va a tener que pasar por lo que yo pasé, lo siento en mi cuerpo. Esto, pensó Propenko era el meollo del asunto. La piedra en el corazón de su matrimonio. Las palabras de Raisa le sonaron a amenaza: Siempre ocurre lo mismo cuando alguien del Consejo empieza a trabajar con un occidental. Todos se ponen en contra de él y tratan de asustarlo un poquito. Lo hacen hasta cuando uno trabaja con gente los recien llegados alli burbujean pandilla países socialistas. Es la iglesia y su padre Alexis. La huelga lo va a empeorar. Ya tiene los que hacen huelga de hambre en el césped delante de su oficina, ahora va a tener a los mineros, a los estudiantes y la prensa extranjera. El le apoyó una mano en la cadera y la hizo callar. Raisa parecía estar llorando por dentro. La apretó contra su pecho y dejó que temblara contra él, que se sacara algo de su furia y su miedo, pero se sintió alejado. El padre de ella estaba de nuevo en la cama con ellos. Malov y Mikhail Lvovic estaban en la habitación contigua. Se sentó, se quedó quieto y se puso de pie con las puntas de los dedos contra la pared para mantenerse en equilibrio. Arrastró los pies hasta la puerta del los recien llegados alli burbujean pandilla y se detuvo de nuevo, mirando la mesita de cafe con sus flores mustias y la botella de vodka medio vacía. Cruzó la habitación hasta el refrigerador, y cuando abrió la puerta pegajosa de un golpe, los martillazos que sentía en la cabeza parecieron resonar allí entre las provisiones de comida que había comprado para Vostok, salchichón, queso, pickles, aceitunas, cosas que ya no podía soñar con meterse en la boca. Tomó una lata de Heineken, apretó el metal frío contra la nariz un instante, luego abrió la tapa y se obligó a beber. Volvió a beber, apretando fuerte los dientes y apoyando la lengua contra el paladar. La bañera estaba equipada con una manguera con una boquilla que pendía, no había ducha. Se enjabonó y se enjuagó como si se sacara de encima una piel a medio caer, luego se arrodilló y abrió el agua fría por sólo un segundo, como penitencia. Se aproximó a la ventana donde había estado antes de salir a encontrarse con Julie el viernes por la tarde. El día era brillante. Alcanzaba a ver el Kremlin, San Basilio y los taxis que atravesaban a toda velocidad el puente, donde Mathias Rust había bajado con su Cessna hacía cuatro años. Ese vuelo había sido un acto demencial, una victoria del riesgo individual sobre la cautela colectiva. Czesich no podía recordarlo sin sonreír. Sus ojos se acostumbraron gradualmente a la luz y consiguió distinguir grupos numerosos de turistas soviéticos que salían del ómnibus y seguían hacia el Gran Almacén Universal. Esta mañana, todo lo que veía e imaginaba le hablaba de protección: Nunca dio resultado, como es natural. Tarde o temprano los muros cayeron y los pueblos de Potemkin se desmoronaron, y todo aquello contra lo que uno se había ido entró de golpe. Pero arrastró los pies de nuevo hasta el dormitorio y descubrió una tercera opción que lo esperaba en la los recien llegados alli burbujean pandilla confusa, tan real y obvia como una maleta llena. La formación de vagones se sacudió, vaciló como si lo pensara dos veces, luego volvió a sacudirse y empezó a avanzar lentamente, traqueteando sobre las uniones de los rieles y chirriando en la primera curva, partió hacia el sur con su carga de moscovitas de vacaciones y mineros de Los recien llegados alli burbujean pandilla, y un burócrata de Estados Unidos, bien vestido y con resaca los recien llegados alli burbujean pandilla con la emoción de una rebelión tardía. Czesich colocó su equipaje en el compartimento de arriba. Del corredor le llegaba humo de carbón del samovar, un aroma que siempre asociaría con su primera visita a la Unión Soviética. Al cabo de unos minutos, la camarera abrió la pesada puerta corrediza y le llevó una taza de té caliente. Era una mujer grande, de redondos pechos, muslos y vientre, con un destello de humor en sus bondadosos ojos azules. Czesich le ofreció una punta de salchichón sobre una galletita. Ella lo aceptó y lo masticó pensativamente. Le ofreció otra galletita y un pedazo de manzana, contento con la compañía. Apocalipsis Z - Primer tomo: El comienzo del FinSe encogió de hombros, apretando un rollo de carne rosada contra la los recien llegados alli burbujean pandilla, y contestó:. La tierra se ondulaba, sin cercos, interrumpida de tanto en tanto por un grupo de casas de troncos o por bosques. Czesich sintió que el paisaje lo calmaba. Mujeres gordas, con ropa acolchada caminaban por senderos muy hollados, cargando azadas al hombro y a veces llevando de una soga a una vaca que caminaba con aspecto desconsolado. La tierra era extensa y abundante; el cuadro evidenciaba una existencia humilde, serena, completamente genui-na. En invierno, cortaría leña e iría esquiando al almacén general a comprar provisiones. Leería todo Turgenev y Dostoievsky en la lengua original, iría caminando después de la cena a tomar una taza de té con Michael y sus amigos. Ya no se sentiría impelido a andar por el mundo en busca del lugar donde se vive la vida real. Czesich pensó en los jefes indios en la pared de Julie y trató de convencerse de que ella abrigaba un sueño similar. Se preguntó, todavía preso por este vivido sentimentalismo, cómo se sentiría ella ante la contraoferta de Vermont. Ella sostenía la Nikon en su mano gordezuela y le daba la vuelta una y otra vez. Se inclinó levemente hacia adelante intrigada. La palabra rusa era gomoseksualist. Ahora le recordó a su hijo, las numerosas humillaciones que impone una sociedad mojigata. Va a Vostok donde viven todos los radicales. Habla ruso como un zar. Ahora tienen la glasnost, no hay nada que no sepamos de ustedes. Nadie sabe que viajo. Ni siquiera el Embajador lo sabe. Lo examinó de cerca y él se sintió como si estuviera pasando un examen, un test que debía aprobar para que la conversación pudiera seguir. Echó una mirada a la puerta abierta. Czesich no se sorprendió. Si en la Unión Soviética había hoy algunos héroes, estos trabajaban bajo tierra. Lo que ella le preguntaba en realidad era: La camarera sonrió y pareció darse por satisfecha y dispuesta a terminar la conversación, como si su misión hubiese sido asegurarse de que no era un espía, ni un homosexual, ni amigo de Mikhail Lvovich Kabanov. Al cabo de unas semanas Czesich recordó la visita. Hizo todo lo que pudo para mantenerse despierto: Era un gesto, una declaración, algo que podía revertir en cualquier momento. Dentro de años los recien llegados alli burbujean pandilla y Julie podrían recordarlo entre risas. No había piscinas en los patios del fondo ni hamburguesas los recien llegados alli burbujean pandilla la vuelta del trabajo, sólo una choza de leños sin instalación sanitaria, un cuadrado de tierra cultivada, un almacén de comestibles en el pueblo que ofrecía pescado enlatado y tarros de repollo en escabeche. La gente caminaba o iba en bicicletas destartaladas o se apiñaba en ómnibus ruidosos y salpicados de barro. Esos mundos desolados siempre lo habían atraído. Eso fue lo que lo había llevado a la Agencia de Comunicaciones de Estados Unidos. Quería ayudar si podía: Y si no podía ayudar, de todos modos quería estar aquí, sólo para ver las cosas con perspectiva. Todavía la veía sentada enfrente de él con su vestido de verano y pendientes de argolla, toda ardor y revolución. Era todo lo que a él le había faltado en su crianza, dinero, refinamiento, prestigio familiar, y había sentido fuertemente la necesidad de impresionarla. No recuerdo el título del cuento, pero uno de los personajes dice algo así como: Esa conversación había marcado su extraño comienzo. Habían formado parte de la exposición USCA en el buque insignia, algo llamado Fotografía USA, un pequeño museo viajero lleno de retratos de Stieglitz, equipo de fotografía y con un personal de veinticinco norteamericanos que hablaban ruso cuya tarea era explicar la democracia y el capitalismo a las hordas soviéticas Y fueron hordas. Rodeaban a cada uno de los guías americanos en un círculo de cuatro a cinco personas y disparaban preguntas como andanadas de ametralladoras Kalashnikov: Y una y otra vez: En grupos de dos y tres, los guías se apretujaban en las diminutas cocinas de los apartamentos donde los obsequiaban con lo mejor que la familia podía ofrecerles: Conversaban hasta la medianoche, ofrecían libros, bolígrafos con punta de fieltro, y alfileres de la exposición para la solapa, y eran escoltados de vuelta hasta una manzana antes de llegar al Hotel de Turismo, donde sus anfitriones se despedían para que no los vieran los porteros que vigilaban y los matones de la KGB que andaban por ahí. El y Julie se habían destacado enseguida entre los otros veintitrés guías de la exposición. Empezaron a comer juntos en el restaurante del hotel, exploraban las sutilezas de la lengua, compartían frustraciones, contaban historias de Estados Unidos.
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